lunes, 4 de enero de 2021

Camaradas en el frente.

No estoy seguro si se ve el nombre del autor...jejeje.

Venía con ganas de leer algo bélico, así que que mejor que el bueno de Sven relatándonos las pericias de su compañía en el frente ruso.

Y es que no es para menos, no voy a decir que no hubiera gloria en algunas circunstancias pero es un deleite leer como le quita el misticismo y nos muestra a unos soldados hastiados y resignados a ir al frente para evitar "dolores nucales", lo cual no le priva de soltar sobradas con las que echarse unas risas.

El final, que decir, el autor es un cabrón y lo ha dejado muy bien para el siguiente, en mi cabeza me viene a la mente Kursk pero...quién sabe.

-¡Agua, por Dios, agua! -suplicó el suboficial Huhn, que tenía el vientre abierto.

Junto a la puerta, alguien lanzó una blasfemia:

-¡Chitón! Sólo podemos bebernos los orines y si lo llegas a hacer, esos canallas te pondrán ante el pelotón por enfermedad contraída voluntariamente.

Casablanca no es un burdel, es una ciudad en la costa de África, donde los legionarios de segunda clase aprenden a beberse el sudor, a comer arena y donde, por la noche, se pesca la viruela. En Casablanca, incluso los idiotas que se creen que la Legión es una vida de aventuras, averiguan que no son más que unos cerdos, hijos de cerdos como tú y como yo y como todos los ejércitos del mundo entero.

PD: A pesar de ser el tercero de la saga se puede leer de forma independiente sin ningún problema.

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