martes, 5 de enero de 2021

Raistlin, el túnica roja. La forja de un túnica negra IV

 

El ejército de Ariakas asedia la ciudad de Última Esperanza. Se planea su destrucción total para encubrir el verdadero propósito del ataque: apoderarse de los huevos de los Dragones Dorados y Plateados que se hallan en las grutas de una de las montañas sobre las que se asienta la ciudad. Los mercenarios del barón de Arbolongar acuden para unirse a ese ejército, contratados por el rey Wilheim. El barón no sabe qué va a participar en una batalla sin sentido, algo que va en contra de sus principios. Caramon y Raistlin forman parte de la tropa mercenaria.

Ultimo volumen de la tetralogía de la forja de un túnica negra.

En cuanto a la trama sigue temporalmente ligada al anterior volumen, ya que Caramon y Raistlin siguen con el barón loco y esta vez toda la trama se desarrolla en la ciudad de Última esperanza. Además la trama se ve que empieza a vislumbrar los primeros pasos de la trama central de los libros dedicados a la Dragonlance.

El ritmo del libro no decae en exceso, hay algunas partes que si me hubiera gustado que pasarán un poco más rápido, pero bueno está bien equilibrado sobre todo por la acción que hay en este libro, en cual hay más que en los anteriores.

En cuanto a los personajes cabe destacar que aparte de los gemelos tenemos a Kitiara como tercera en discordia, entre el anterior y este yo creo que está a la par en apariciones con sus hermanos. Y hablando de Kitiara, se puede ver que a diferencias de sus hermanos esta se le nota mucho más su ambición por el poder y hará todo lo que crea oportuno para conseguirlo y ello implica traicionar a quien sea.

Respecto a los se puede ver cómo han madurado los gemelos desde el primero hasta éste aunque sigue ahí la envidia y los celos de Raistlin hacia Caramon, pero bueno yo creo que eso es la salpimienta de la relación y es el tónico que se ve en esta obra y toda la saga central de la Dragonlance.

Este último libro ha puesto un final digno a la tetralogía de los hermanos Majere (Raistlin, Caramon y Kitiara), aunque, sin duda, la mejor relación ha sido la forjada por los gemelos.

Un punto a destacar es ver la retrospectiva en la evolución de los personajes desde el principio: el niño débil convertido en mago, el niño fuerte, en soldado y la adolescente echada para adelante, capitana de los ejércitos de Ariakas.

Para concluir esta tetralogía es muy recomendable para todos, en especial para los fanáticos de Dragonlance y muy particularmente para los seguidores de Raistlin.

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