viernes, 12 de mayo de 2023

Brazales de duelo. Nacidos de la bruma VI

 

La cuenca de Elendel es un polvorín. El descontento de los trabajadores se suma a las diferencias irreconciliables entre la capital y las demás ciudades de la cuenca; Elendel asegura gobernarlas mientras sus habitantes denuncian la opresión a la que se sienten sometidos. De pronto, llega a oídos de Waxillium Ladrian que un académico kandra podría haber localizado los legendarios Brazales de Duelo, un arma capaz de sembrar la destrucción y dar al traste con el actual equilibrio de poder imperante en la cuenca.

Pero perseguir mitos no se cuenta entre las atribulaciones de un representante de la ley como él, acuciado por problemas más inmediatos. Pero ¿qué puede hacer cuando sospecha que ha sido engañado por el mismísimo Dios? La revelación resultante sacudirá los cimientos de todo cuanto creías saber sobre el mundo de «Nacidos de la Bruma [Mistborn].

Hoy toca el tercer libro de la era 2 de nacidos de la bruma.

Esta nueva novela sitúa al lector varios meses después de los trágicos sucesos de Sombras de identidad. La trama se va a desarrollar principalmente en otra ciudad distinta a Elendel, Nueva Seran, cosa que es interesante pues en este nuevo libro muestra un poco más detallada la geografía del mundo. Una grata sorpresa en la trama es la aventura arqueológica que se ha marcado Sanderson en este caso a lo más puro india Jones o incluso si me permite la licencia La búsqueda de Nicolas Cage.

En cuanto al ritmo y la narración hay que destacar que tiene un mejor ritmo que Sombras de identidad, debido a que no se llevan a cabo tantas descripciones sin innecesarias si no que lo que se presenta en el libro es lo que se va a emplear en la escena o escenas que acontecen.

La parte de los personajes sí que hay que destacar varias cosas.

Por un lado, Wax está poco dispuesto a colaborar con Armonía ni con los kandra por lo que paso en la anterior novela, pero el picor de la curiosidad puede más y tras escuchar una historia que relaciona los legendarios Brazales de duelo los cuales tiene entre ceja y ceja el siempre esquivo Elegante este vuelve a ser el de siempre y lidera la expedición junto con Wayne, Marasi y Steris. Hay una cosa que decir sobre Wax y es que recupera parte de la presencia que demostró en Aleación de ley. 

Por otro lado, creo que Marasi, es la que más ha evolucionado en esta entrega, pues se muestra que no hace falta ser despiadada y todopoderosa para lograr demostrar su valía e independencia en un mundo que no le pone las cosas fáciles. Es más, hay una escena del libro en la que se pone los brazales de duelo, pero enseguida se los pasa a Wax porque siente que ella no es así, y prefiera quedarse siendo ella misma que ser una persona con todo ese poder, aunque junto con su hermanastra Steris siguen tendiendo a un segundo plano con ciertos momentos de lucimiento personal, algo más abundantes para Steris, aunque más circunstanciales, mientras que la actividad de Marasi resulta más determinante. 

Wayne sigue siendo el de siempre, más parecido a un liante que a un investigador de la ley. Se muestran muchas más luces y sombras y no por los flashbacks que muestran las cosas que le han ido aconteciendo a lo largo de los años sino más bien porque se podrá echar un vistazo a algunas de sus más profundas debilidades, aquellas que tienen una relación directa con sus sentimientos.

Hay que destacar los elementos steampunk, victorianos y western que proporcionan el escenario además de que el humor irreverente está presente en muchos momentos, sobre todo en la amistosa confrontación entre Wax y Wayne.

El punto que veo más negativo aquí es el dejar de lado todo el tema de Ruina, al igual que la manipulación del famoso libro que se comenta en las entregas anteriores.

En resumen, Brazales de duelo es un libro interesante para conocer el devenir de Elendel, comprender lo que pasó al final de la primera trilogía, y tratar de dilucidar si en futuras entregas de esta serie el mundo seguirá evolucionando introduciendo a esos otros habitantes de más allá del desierto además de lo interesante que sea la relación de Wax con Armonía y todo lo que esto conlleva además que el autor demuestra que todavía tiene algunos ases en la manga


lunes, 1 de mayo de 2023

Hijos de la mente.

El ojo que todo lo ve.

Seguimos para bingo con la saga de Ender.

En este libro, Orson se ha rallado un poco y se ha dedicado a hablar más de cuestiones del alma como se puede ver desde el primer capítulo, por resumirlo muy brevemente sería como decir que el personaje de Oz de la serie Buffy ha poseído al autor y ha escrito el libro (aquí un breve ejemplo de lo que digo). En realidad no es necesariamente algo malo y sí es interesante y entretenido de leer pero peca de desarrollarlo demasiado y en ciertas ocasiones casi no parece saber parar (ya se sabe, lo bueno si breve dos veces bueno).

Según acababa el libro anterior y con el título de esta entrega, estaba claro que se iba a centrar en los "hijos" de Ender, ¿quienes son? ¿cómo sobrevivirán? ¿cómo enfrentarse a los allegados? Etc. Desde un principio ya se nos revela como acabarán (en la novela se entiende) por lo que esperaba que hubiera un cambio de última hora e intercambiasen sus destinos, hubiera sido interesante explorar cómo hubieran reaccionado Miro y Wang-Mu.

El final deja una puerta abierta para el siguiente capítulo de la saga pero no deja suficiente intriga para querer leerlo con ansia; sí, tenemos una nueva especie a la que conocer (para lo bueno y malo), al prota totalmente renovado y con una página en blanco delante de su camino y explorar el universo (más que prota debería decir al cuarteto, que supongo que irán juntos), a las otras dos especies conocidas expandiéndose por el universo, con una humanidad que ahora puede viajar instantáneamente y que podría en vez de borrar a Jane intentar controlarla; muchas posibilidades como digo pero lo ha cerrado tanto que no ha dejado suficientes alicientes para querer hincarle el diente al siguiente, y aunque probablemente acabará cayendo tampoco pasaría nada por dejar la saga aquí.