lunes, 7 de diciembre de 2020

El secreto de Maston.

Lo de joven entre comillas que el libro ya tiene unos años.

Muy soso este desconocido libro de Verne.

Pareciera más centrado en ensalzar a las matemáticas en sí (haciendo contínuas referencias a fórmulas y juegos de palabras) que a la propia historia que pasa sin mayor pena ni gloria, salvo por esos primeros capítulos relatando la subasta que está bien.

Como decía la historia comienza con una subasta entre varios gobiernos para quedarse con un trozo de tierra al norte de los USA, tras acabar la subasta, el ganador querrá modificar el eje de la Tierra para en principio (más tarde se verá que les empujan otras motivaciones) facilitar la explotación minera de esa tierra.

Una lectura fácil, pero nada del otro mundo, perfecta para cuando no se tiene nada a mano que leer (como me pasó a mi).

¡De modo que después del cañón empleado para enviar un proyectil de la Tierra a la Luna, el cañón empleado para modificar el eje terrestre! ¡El cañón! ¡Siempre el cañón! Pero ¿es que no tienen otra cosa en la cabeza estos artilleros del Gun-Club? ¡Están atacados de la locura del "cañonismo intensivo!" ¿Es que hacen del cañón la última ratio en este mundo? ¿Es que este infernal aparato es el soberano del Universo? ¿Es que el rey cañón es el supremo regulador de las leyes industriales y cosmológicas?

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