lunes, 4 de marzo de 2024

El metal perdido. Nacidos de la Bruma VII

Waxillium Ladrian, vigilante de la ley convertido en senador de la gran ciudad, lleva años intentando dar caza a la sombría organización llamada el Grupo -entre cuyos líderes se cuentan su difunto tío y su hermana-, desde que empezaron a secuestrar a personas con el poder de la alomancia en su linaje. Cuando la detective Marasi Colms y su compañero Wayne encuentran un almacén ilegal de armas con destino a la ciudad exterior de Bilming, se abre ante ellos una nueva pista. El conflicto entre Elendel y las ciudades exteriores favorece al Grupo, que ya extiende sus tentáculos hasta el Senado de Elendel -cuya corrupción pretenden destapar Wax y Steris-, y la ciudad de Bilming está incluso más implicada de lo que creían.

Después de que Wax descubra un nuevo tipo de explosivo capaz de desatar una destrucción sin precedentes y comprenda que el Grupo ya debe de tenerlo, un kandra inmortal al servicio del dios de Scadrial, Armonía, le revela que Bilming ha caído bajo la influencia de otro dios: Trell, venerado por el Grupo. Pero Trell no es el único factor que interviene procedente del amplio Cosmere, puesto que a Marasi la reclutan unas personas de fuera del planeta dotadas de extrañas capacidades, que afirman que su objetivo es proteger Scadrial... a toda costa.

Wax deberá decidir si deja a un lado las dificultades de su relación con Dios y se convierte de nuevo en la espada que Armonía lo ha estado preparando para ser. Si nadie da el paso y actúa como el héroe que Scadrial necesita, el planeta y sus millones de habitantes sufrirán una repentina y calamitosa ruina.

Último libro de la segunda era de nacidos de la bruma

La trama de este libro se sitúa unos 6 años más o menos después de los acontecimientos de brazales de duelo. Y en ella se ve como Wax sigue empeñado en neutralizar al Grupo y a desbaratar sus planes. La trama vuelve a repartirse entre Wax, Wayne, Marasi y Steris manteniendo al lector en vilo debido a los giros inesperados que se produce.

En cuanto al ritmo es rápido y constante, con muchas escenas de acción cosa normal en nacidos de la bruma y también se agradece que la narrativa sea ágil y que vaya directa al grano.

Por lo que concierne a los personajes no hay nada que destacar de anteriores libros, solo que hay un componente mucho más profundo y emocional que en los anteriores, y además se puede ver como el lector va obteniendo más de información sobre el pasado de cada uno de los personajes y sus motivaciones. Hay que mencionar que Todos ellos acaban su evolución de forma muy grata y acertadamente ya que cada uno tiene su momento clave donde podrán sus habilidades tanto físicas, mentales y vitales para complementar o ayudar al resto y lograr lo que se pretende salvar a Scandrial de la destrucción.

Un punto y aparte quiero dedicárselo a Wayne, quien creo que en toda la saga ha sido mi personaje favorito debido a en este volumen ha tomado un el mayor peso, cosa que me ha alegrado mucho porque siempre he considerado a Wayne, una figura entre cómica y trágica, que tenía mucho potencial y este libro se ha ahondando más en su pasado haciendo ver que no siempre uno acababa como la sociedad espera que acabe.

Para finalizar en este libro hay una cosa que a mi ver es positiva, pues Sanderson ya deja claro que el Cosmere ya está aquí y muestra de forma definitiva el universo fantástico que está creando con esta saga más Archivo de las tormentas, Elantris, el aliento de los dioses, Arena blanca y alguno más que seguro que me dejo por ahí. Pero otro negativo y es esta interconexión de su obra en la que con referencias y momentos el lector va viendo que esto se va a hacer enorme y a lo mejor le abruma porque tendrá una gran cantidad de información. Pero aún así, si ha llegado hasta aquí seguro que disfrutará.