La noche pertenece a
los demonios. Los hombres se limitan a esconderse tras símbolos de poder
antiguos y medio olvidados. Estas guardas mantienen a los abismales a raya,
pero las leyendas hablan del Liberador: un general que una vez reunió a todos
los hombres en una sola fuerza capaz de derrotar a los demonios. Ahmann Jardir
se ha autoproclamado SharDama Ka, el Liberador, y ha convertido a las tribus de
guerreros del desierto de Krasia en un ejército capaz de enfrentarse a los
demonios. Pero los norteños reclaman a su propio Liberador. Su nombre es Arlen,
pero todo el mundo lo conoce como el Hombre Marcado. Una vez el Shar’Dama Ka y
el Hombre Marcado fueron hermanos de armas, pero ahora son enemigos
encarnizados y, mientras las alianzas humanas se crean y se destruyen, una
nueva raza de demonio, más inteligente y mortífero de lo que jamás habían
conocido, hace su aparición.
Segundo volumen de la saga de los demonios.
La trama de este volumen sigue, pero no sigue la
trama del anterior ya que en la primera parte del libro el autor se centra Ahmann
Jardir y en su historia desde que le reclutan hasta como se proclama el liberador
y por ende sigue los pasos de Kali y conquistar
el norte para unir a los huemnos contra los demonios. Hay que destacar que esta
parte no es lineal en el tiempo ya que hay saltos temporales de atrás a delante
por lo que se puede encontrar el presente y pasado intercalado de Jadir. Pero
cuando llega más o menos al 75% del libro la trama regresa a las tierras del
norte con Arlen, Leesha y Rojen; y el hecho de que me narrasen la vida de
Jardir al principio me descolocó mucho. Además de que la trama empieza a
centrarse en el conflicto entre krasianos y norteños y como es costumbre esta
es recurrente.
En cuanto al ritmo, se me ha hecho un poco más pesado que el
primer volumen pues el autor nos cuenta tantas coas de Jadir que te hace un
conglomerado y puede llegar saturar con
lo que reduce el ritmo dinámico del libro anterior.
Los personajes aquí se centra más en Jadir, y nos cuenta
todo lo relativo a este personaje, que a mi parecer es un personaje bastante
completo y pero hay algo que no termina de encajarme, puede ser que es un tanto
previsible en algunas decisiones o simplemente que se deja llevar mucho por los
secundarios que tiene alrededor.
Referente a Arlen, Leesha y Rojen siguen en su línea, es más
podemos ver que van evolucionando poco a poco y van cogiendo mucha fuerza y
cuando están en el foco se nota bastante su presencia y dejan eclipsados a los demás.
Quiero destacar sobre todo a Leesha y su amor no correspondido por Arlen, ya
que esa frustración parece ser que la enfoca en el estudio de los grafos y poco
a poco se está convirtiendo en referente en este tema. Arlen por su parte se le
empieza a ver que el haberse tatuado los grafos en la piel y haber sido
arrastrado al abismo aunque mínimamente, que su naturaleza poco a poco va
cambiando. El único que he echado en falta algo nuevo es de Rojen, parece
estancado un poco en ese rol secundario bebiendo las flores por Leesha aunque
este sabe que ella ama a Arlen.
También me gustaría destacar la aparición de los príncipes abisales
y metamorfos, parece ser que van a empezar a entrar en juego y es un buen punto
porque añade más peligrosidad a esta raza y veremos cómo se comportan los
humanos cuando hagan acto de presencia.
Una de las cosas que me han gustado es cuando vamos a la
parte del norte y reaparecen los personajes principales del primer libro porque
la historia se vuelve más rápida y amena.
El punto en contra he de decir que ha sido la pesadez dela primera
parte porque se hace lenta.
Espero a ver si el tercero vuelve un poco a los derroteros
del primero.