jueves, 3 de diciembre de 2020

La lanza del desierto. La saga de los demonips II


La noche pertenece a los demonios. Los hombres se limitan a esconderse tras símbolos de poder antiguos y medio olvidados. Estas guardas mantienen a los abismales a raya, pero las leyendas hablan del Liberador: un general que una vez reunió a todos los hombres en una sola fuerza capaz de derrotar a los demonios. Ahmann Jardir se ha autoproclamado SharDama Ka, el Liberador, y ha convertido a las tribus de guerreros del desierto de Krasia en un ejército capaz de enfrentarse a los demonios. Pero los norteños reclaman a su propio Liberador. Su nombre es Arlen, pero todo el mundo lo conoce como el Hombre Marcado. Una vez el Shar’Dama Ka y el Hombre Marcado fueron hermanos de armas, pero ahora son enemigos encarnizados y, mientras las alianzas humanas se crean y se destruyen, una nueva raza de demonio, más inteligente y mortífero de lo que jamás habían conocido, hace su aparición.

Segundo volumen de la saga de los demonios.

La trama de este volumen sigue, pero no sigue la trama del anterior ya que en la primera parte del libro el autor se centra Ahmann Jardir y en su historia desde que le reclutan hasta como se proclama el liberador y por ende sigue  los pasos de Kali y conquistar el norte para unir a los huemnos contra los demonios. Hay que destacar que esta parte no es lineal en el tiempo ya que hay saltos temporales de atrás a delante por lo que se puede encontrar el presente y pasado intercalado de Jadir. Pero cuando llega más o menos al 75% del libro la trama regresa a las tierras del norte con Arlen, Leesha y Rojen; y el hecho de que me narrasen la vida de Jardir al principio me descolocó mucho. Además de que la trama empieza a centrarse en el conflicto entre krasianos y norteños y como es costumbre esta es recurrente.

En cuanto al ritmo, se me ha hecho un poco más pesado que el primer volumen pues el autor nos cuenta tantas coas de Jadir que te hace un conglomerado y puede llegar  saturar con lo que reduce el ritmo dinámico del libro anterior.

Los personajes aquí se centra más en Jadir, y nos cuenta todo lo relativo a este personaje, que a mi parecer es un personaje bastante completo y pero hay algo que no termina de encajarme, puede ser que es un tanto previsible en algunas decisiones o simplemente que se deja llevar mucho por los secundarios que tiene alrededor.

Referente a Arlen, Leesha y Rojen siguen en su línea, es más podemos ver que van evolucionando poco a poco y van cogiendo mucha fuerza y cuando están en el foco se nota bastante su presencia y dejan eclipsados a los demás. Quiero destacar sobre todo a Leesha y su amor no correspondido por Arlen, ya que esa frustración parece ser que la enfoca en el estudio de los grafos y poco a poco se está convirtiendo en referente en este tema. Arlen por su parte se le empieza a ver que el haberse tatuado los grafos en la piel y haber sido arrastrado al abismo aunque mínimamente, que su naturaleza poco a poco va cambiando. El único que he echado en falta algo nuevo es de Rojen, parece estancado un poco en ese rol secundario bebiendo las flores por Leesha aunque este sabe que ella ama a Arlen.

También me gustaría destacar la aparición de los príncipes abisales y metamorfos, parece ser que van a empezar a entrar en juego y es un buen punto porque añade más peligrosidad a esta raza y veremos cómo se comportan los humanos cuando hagan acto de presencia.

Una de las cosas que me han gustado es cuando vamos a la parte del norte y reaparecen los personajes principales del primer libro porque la historia se vuelve más rápida y amena.

El punto en contra he de decir que ha sido la pesadez dela primera parte porque se hace lenta.

Espero a ver si el tercero vuelve un poco a los derroteros del primero.

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