viernes, 24 de octubre de 2014

La luz del orbe. Las crónicas de Belgarath III


Ce’Nedra, la princesa imperial de Tolnedra, estaba desconcertada; todo el mundo sabía que las historias sobre el Orbe, que protegía a los reinos del Oeste del diabólico dios Torak, no eran más que leyendas, pero allí estaba ella, participando en una peligrosa misión para recuperar el Orbe robado. En segundo lugar, también la desconcertaba la atracción que sentía por Garion, aquel muchacho que no era más que un humilde granjero, indigno de una princesa. Sin embargo, ¿por qué sentía aquella imperiosa necesidad de educarlo, de acariciar su cabello enmarañado y de consolarlo? Ahora, el joven se dirigía a una extraña torre, símbolo de todo lo que él consideraba maligno, para enfrentarse a un temible y poderoso mago. Garion podía morir y ella nunca volvería a verlo, pero no había posibilidad de protegerlo.

Bueno vamos con el tercer volumen de las crónicas de Belgarath.

La trama sigue las hazañas de la reina de la hechicería, en ella vemos que Garion empieza a comprender que tiene un papel importante en la historia, pero aún sigue sin saber porque. En esta ocasión los aventureros recorren los reinos de Maragor, el valle de Aldur donde Garion es consciente de todo y se empiezan a revelar los destinos de todos los del grupo. Ulgo, un lugar curioso que me ha recordado a las minas enanas del señor del os anillos, igual que sus habitantes, aunque Relg que se une a la comitiva me resulta un tanto pintoresco pues es un fanático religioso, pero a la vez es más raro que un perro verde que se gana poco a poco la confianza del grupo. Y por último Cthol Murgos, donde se lleva a cabo el desenlace de la novela y el autor nos muestra lo que se lleva esperando en estos tres libros aunque no sea de la forma que se espera.

El ritmo igual que los anteriores, en esto no cambia nada, es rápido y adictivo, y la narración fluida y simple. Esto me agrada, pues pocas veces en sagas de este tipo suele pasar esto, pues a mitad como estamos ahora suele decaer un poco para que el final sea más llevadero.

EN cuanto a personajes poco más que decir que no haya dicho antes, Garion empieza a vislumbrar su destino y esto lo está haciendo crecer, seda me encanta, y cada vez hace algo o dice lago te saca una sonrisita, Barak y Mandorallen siguen a sus trece siendo los guerreros del grupo, Ce’Nedra no cambia mucho, salvo porque parece que está empezando a experimentar sentimientos afectivos por Garion, Relg que es el Ulgo fanático religioso que lo sacan de sus cavernas y lo exponen al exterior, cosa que me recodo mucho a cuando leía libros de Drizzt y Salvatore relataba la aprensión que sentían los elfos oscuros al exterior, pues lo mismo pero con un personaje que es raro de narices.

También contar que parece ser que van despareciendo enemigos por el camino, y también que como paso en el segundo volumen esta vez los del grupo se encuentran con dos dioses Aldur y Ul además de con el resto de la hermandad de hechicería de Belgarath y Polgara que como sucedía con Relg yo creo que personajes más pintorescos no he visto en la vida, dándole al contexto del libro cierto equilibrio entre lo normal y lo raro.

Lo último decir que a partir de ahora terminare esta saga, pues el libro tres y cuatro vienen en el mismo volumen y para dejarla ya terminada y empezar con Mallorea prefiero hacerlo así, y ver como acaba esta.


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