Ce’Nedra, la princesa
imperial de Tolnedra, estaba desconcertada; todo el mundo sabía que las
historias sobre el Orbe, que protegía a los reinos del Oeste del diabólico dios
Torak, no eran más que leyendas, pero allí estaba ella, participando en una peligrosa
misión para recuperar el Orbe robado. En segundo lugar, también la
desconcertaba la atracción que sentía por Garion, aquel muchacho que no era más
que un humilde granjero, indigno de una princesa. Sin embargo, ¿por qué sentía
aquella imperiosa necesidad de educarlo, de acariciar su cabello enmarañado y
de consolarlo? Ahora, el joven se dirigía a una extraña torre, símbolo de todo
lo que él consideraba maligno, para enfrentarse a un temible y poderoso mago.
Garion podía morir y ella nunca volvería a verlo, pero no había posibilidad de
protegerlo.
Bueno vamos con el tercer volumen de las crónicas de
Belgarath.
La trama sigue las hazañas de la reina de la hechicería, en
ella vemos que Garion empieza a comprender que tiene un papel importante en la
historia, pero aún sigue sin saber porque. En esta ocasión los aventureros
recorren los reinos de Maragor, el valle de Aldur donde Garion es consciente de
todo y se empiezan a revelar los destinos de todos los del grupo. Ulgo, un
lugar curioso que me ha recordado a las minas enanas del señor del os anillos,
igual que sus habitantes, aunque Relg que se une a la comitiva me resulta un tanto
pintoresco pues es un fanático religioso, pero a la vez es más raro que un
perro verde que se gana poco a poco la confianza del grupo. Y por último Cthol
Murgos, donde se lleva a cabo el desenlace de la novela y el autor nos muestra lo
que se lleva esperando en estos tres libros aunque no sea de la forma que se
espera.
El ritmo igual que los anteriores, en esto no cambia nada,
es rápido y adictivo, y la narración fluida y simple. Esto me agrada, pues
pocas veces en sagas de este tipo suele pasar esto, pues a mitad como estamos
ahora suele decaer un poco para que el final sea más llevadero.
EN cuanto a personajes poco más que decir que no haya dicho
antes, Garion empieza a vislumbrar su destino y esto lo está haciendo crecer,
seda me encanta, y cada vez hace algo o dice lago te saca una sonrisita, Barak y
Mandorallen siguen a sus trece siendo los guerreros del grupo, Ce’Nedra no
cambia mucho, salvo porque parece que está empezando a experimentar
sentimientos afectivos por Garion, Relg que es el Ulgo fanático religioso que
lo sacan de sus cavernas y lo exponen al exterior, cosa que me recodo mucho a
cuando leía libros de Drizzt y Salvatore relataba la aprensión que sentían los
elfos oscuros al exterior, pues lo mismo pero con un personaje que es raro de
narices.
También contar que parece ser que van despareciendo enemigos
por el camino, y también que como paso en el segundo volumen esta vez los del
grupo se encuentran con dos dioses Aldur y Ul además de con el resto de la hermandad
de hechicería de Belgarath y Polgara que como sucedía con Relg yo creo que personajes
más pintorescos no he visto en la vida, dándole al contexto del libro cierto
equilibrio entre lo normal y lo raro.
Lo último decir que a partir de ahora terminare esta saga,
pues el libro tres y cuatro vienen en el mismo volumen y para dejarla ya
terminada y empezar con Mallorea prefiero hacerlo así, y ver como acaba esta.
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