La sociedad de Nacidos
de la Bruma ha evolucionado en una fusión de magia y tecnología en la que la
economía se expande, la democracia se enfrenta a la corrupción y la religión se
convierte en una potencia cultural cada vez más influyente, con cuatro fes distintas
enfrentadas por la captación de conversos.
Esta sociedad tan
animada y optimista, aunque todavía tambaleante, se enfrenta ahora a su primera
amenaza de terrorismo, crímenes cuyo objetivo es fomentar el descontento de la
clase trabajadora y avivar las llamas de los conflictos religiosos. Wax y Wayne,
con la asistencia de la adorable y brillante Marasi, deberán dar al traste con
la conspiración antes de que las revueltas civiles frenen por completo el
progreso de Scadrial.
Quinto libro de la saga Nacidos de la Bruma.
La trama, se centra en la ciudad de Elendel donde trascurre
casi toda la acción. A diferencia de los tres primeros volúmenes tanto en este
como en el anterior la trama ha pasado de una sociedad que vive en una era
medieval, llena de magia y dioses a una sociedad que ha evolucionado y donde
los dioses son meros espectadores y se han retirado y la magia empieza a ser
tratada como algo más pragmático, pues la ciencia empieza a ser vislumbrada.
Otra cosa importante en la trama es la aparición de la crítica social, el
pensamiento colectivo frente a la individualidad, la presión social ante el
poder corrupto además de la religión que tiene un gran punto en esta novela.
Hay que destacar que para entender bien la trama hay que
haber leído la primera trilogía, El imperio final, El pozo de la ascensión y El
héroe de las eras, porque aunque parezca que no es necesario haberlo hecho, a
mitad de libro sí que tienes que saber quiénes son Kelsier, Vin, TenSoon, Elend
Venture y compañía.
En cuanto al ritmo, como es normal en Sanderson es elevado,
pues pasas las hojas rápido debido a que su forma de narrar la historia no es
compleja y por lo tanto es fácil de seguirla sin tener que volver atrás porque
te has perdido algo y todo esto también es gracias al lenguaje que usa, ya que
no hay palabras complicadas de entender.
Hablando de personajes tenemos a los protagonistas que son
Wax, Wayne y Marasi. Primero hay que
decir que la paraje Wax y Wayne tienen una chispa que hace que ambos sean una
maravilla pues su compenetración, los secretos que se guardan, y la profundidad
que tienen cada uno les da la química necesaria para que ambos funcionen
perfectamente.
Aunque hay que decir que Wax parece sacado de un cómic por
su chulería y sus maneras sumamente punitivas de resolver los conflictos
mientras que Wayne, que es el compañero de Wax, me da la impresión que tiene
más tablas y que resulta mucho más atractivo por la forma de interactuar con la
trama.
La tercera en discordia es Marasi, que es una figura
femenina lo suficientemente fuerte sin necesidad de ser una guerrera, ya que
usando su inteligente, su inquietud y su resolución trata de alejarse de los
convencionalismos sociales para convertirse en la mejor detective, siempre
siguiendo los pasos de Wax aunque se la ve algo coartada por la gran sombra que proyecta este. Y como extra a
los protagonistas y aunque en menos media esta Steris, la hermanastra de
Marasi, la cual se puede considerar la señorita de la corte, la cual su buena
educación hace que saber llevar su incomodidad y saber cuál es el lugar que le
corresponde mientras intenta, sin demasiado éxito, no mostrar admiración por
Wax.
Por ultimo quedan Armonía y Sangradora. El primero es el
dios que más se ve en este novela, aunque en general no tiene una importancia
mayor ya que su papel es meramente presencial. Y la segunda, que al igual que
Armonía es un ser del mundo antiguo, se la puede considerar como una terrorista
cuya única misión es liberar a la humanidad de la opresión de Armonía, pues
considera que es el culpable de todo y que maneja a la humanidad como si fueran
juguetes.
Para concluir, en este libro no he visto la épica de los
tres libros originales sino más bien como una sensación de intriga que se
derrite ante un mal final (muy previsible y acelerado) y creo que el problema
de esto es el no usar más la ambientación victoriana.
Es más el intento de establecer una sociedad que se encamina
a la ciencia junto con dioses puede ser el punto interesante que plantee
caminos sorprendentes y ver si Sanderson puede dar el sentido a todo.