Guerra Civil española de Hugh Thomas - Libro 1/6: Los orígenes de la guerra.

La clásica portada de la encuadernación que tiene todo quisque.

Cuando cogí el libro lo hice con la intención de ver el desarrollo de la guerra propiamente dicha (movimientos de unos y otros, estrategias, mapas, etc) pese a mi inicial desdicha el libro es lo suficiente ameno para que se volviera dicha la lectura.

Viendo el subtítulo que lleva el tomo (en su momento ni me fijé) podéis imaginaros que habla de sus orígenes, orígenes políticos, en los que el autor se llega a remontar en algunos casos a 1800 y poco.

Dada la envergadura de lo que abarca, Hugh la editorial aprovecha los márgenes laterales para contarnos la biografía de cada uno de los personajes históricos que aparecen a medida que Hugh desgrana los motivos, habla de ciertas instituciones o de hechos. Todo esto acompañado de fotos, panfletos y carteles de la época, una delicia para la vista sobretodo esto último.

En este no me voy a extender (quién sabe si en los siguientes sí) pero si queda algo claro aquí es que por cada Arnedo hay un Castilblanco o si se prefiere, que por cada Castilblanco hay un Arnedo, y esto que se podría pensar que es algo particular podríamos extenderlo a cualquier ámbito.

Una muestra de las imágenes que aparecen en el libro; politiqueos aparte, son preciosas.

Me voy a quedar con dos citas, la primera, que es con lo que casi cierra el tomo, pareciera que sea sacada de ayer:

Sin embargo, culpar a los individuos es olvidar que los políticos son la expresión de talantes públicos que son los sueños colectivos de las masas. En realidad, la República cayó por las mismas razones que habían hundido a la dictadura y a la monarquía de la Restauración: la incapacidad de los políticos de entonces para resolver los problemas del país dentro de un marco generalmente aceptable, y, por otra parte, la voluntad de algunos -respaldada por la tradición- de someter las cuestiones a la prueba de fuerza. "Ya no hay soluciones pacíficas", decía el boletín falangista No importa[...]; "El estado debe desaparecer", decía Solidaridad Obrera [...]. Los espectros provocaron la guerra y, después, el país fue dominado por los fantasmas.
[...]En la medida en que existían tradiciones comunes a toda España, eran tradiciones de violentas disputas.[...]A medida que pasaron los años, todas estas disputas fueron adquiriendo características religiosas, regionales y de lucha de clases. Las juventudes [...] estaban embriagadas con visiones absolutas de futuros exclusivos, que se lanzaban unas a otras, provocando el colapso del Estado. Durante la República, el país había estado empapado de política. Al mismo tiempo, además, muchas personas querían una "nueva España" (que podía significar cien cosas diferentes), digna de su glorioso pasado y de las cualidades permanentes de su pueblo.

La otra que puede servir de conclusión a lo anterior, es con la que abre el libro y a título personal me encanta (sí, es la que aparece en la imagen así que no os tenéis que dejar los ojos):

El ideal de todos los españoles es que llevásen en el bolsillo una carta foral con un solo artículo, redactado en estos términos breves, claros y contundentes:
"Este español está autorizado para hacer lo que le dé la gana".

PD: Sí, como podéis suponer por el título habrá más partes.