jueves, 10 de junio de 2021

Calamity. The reckoners III



Los Épicos nacieron cuando Calamity iluminó los cielos. Desde esa noche histórica, el destino de David ha estado entrelazado con el de esos malvados. Steelherat asesinó a su padre. Firefight le robó el corazón. Y ahora Regalia ha convertido a su mayor aliado en un peligroso enemigo.

David conocía el secreto del Profesor. Secreto que guardó incluso cuando el Profesor se esforzaba por controlar los efectos de sus poderes épicos. Pero no pudo superar enfrentarse a Obliterarion en Babilar. El Profesor, que fue líder de los Reckoners, se ha entregado totalmente a su destino de Épico. Se ha hundido en esas tenebrosas sombras de violencia propias de los Épicos. Y todos saben que de las sombras no se vuelve...

Pero todos se equivocan. Es posible redimir a los Épicos. Megan ya lo demostró. No todo está perdido. Al menos, no definitivamente. Y David está lo bastante loco como para enfrentarse al Gran Épico más poderoso de la historia con tal de recuperar a su amigo. O morir en el intento.

Tercer y último volumen de la trilogía de los Reckoners.

Es la continuación directa de lo acaecido en el segundo libro, eso sí, con unos meses de diferencia pues ya el autor establece la trama en otra ciudad Ildithia (Atlanta) que es una ciudad móvil hecha de sal y de la que poco se sabe cómo funciona realmente.

La trama se centra en dos partes, la primera se muestra como el profesor o Limelight que es su alter ego épico, intenta llevar a cabo sus planes para convertirse en el épico de los épicos provocado por los hechos de Babilar donde cae en la oscuridad que hace que los épicos sean malvados, y en la otra esquina están David y el resto de Reckoners (en este libro los llaman exploradores) que harán lo posible para detener al Profesor sin matarlo y a su vez intentar acabar con Calamity, pues es el épico que da los poderes a los demás épicos y es el que parece ser que los vuelve locos ya que David descubre por qué los Épicos se vuelven malvados y ha podido comprobar que esto no es definitivo, existe una forma de salvarlos de esa oscuridad.

Referente al ritmo no cambia en nada con respecto a los anteriores pues son adictivos y no se tiene ni un momento de descanso debido a todo la acción y sucesos que van pasando cada vez que cambias de capitulo. Esto es normal en Sanderson que para mí es uno de sus principales puntos buenos.

En cuanto a personajes, pues poco que decir que no se haya dicho ya en anteriores reviews, solo que en este libro vemos como David sigue evolucionando y volviéndose más maduro y ampliando su visión de los épicos provocando que empiece a ver que hay que dejar a un lado la sed de venganza y ver las cosas con mayor perspectiva para llevar a cabo las acciones y aprender más cosas.

Otro de los personajes destacados de este libro es Megan, creo que es más compleja de lo que realmente se ha pensado hasta este libro, pero es que es en este libro cuando realmente se muestra como es, pues la constante lucha interna con la oscuridad esta siempre presente y lo tiene muy arraigado, pero aun así lo arriesga todo para ayudar a sus aliados.

El Profesor aka Limelight  se muestra la versión malvada de este personaje que basta decir que no se diferencia mucho de otras como la de Steelheart pero con más cerebro pues tiene fuerza de sobra y es más inteligente y su sentido de la estrategia es igual de bueno que cuando lo demostró con los Reckoners y todo esto lo demuestra cada dos por tres echando por tierra los planes de David, Megan, Abraham y Mizzy.

Por último, el personaje que en un principio es una cosa y luego es otra es Larcener, un Épico con un poder que lo hace estar al nivel del Profesor, quien muestra un especial interés por esta ciudad y también por David casi al final del libro en el cual se demuestra cual es la otra cara de este personaje.

En resumen los personajes de Calamity no van a dejar de sorprendernos, muchos de ellos impredecibles y con grandes secretos que los convertirán en protagonistas de muchos de estos giros argumentales emocionantes y sorprendentes.

Lo que más me llama la atención para bien es que Calamity está repleto de giros en la trama que más de una vez dejan al lector con la boca abierta además del tema de héroes y villanos y como de complicado es entender la maldad o la bondad de una persona.

Pero claro no hay bien sin mal como se ha podido ver en esta novela y este mal es el apresurado cierre de la trilogía dejando al espectador con la sensación agridulce de que mierda es esto y quiero más, pues se resuelven todos los misterios en apenas 50 páginas a un ritmo muy alto y que se dejan muchas cosas en el tintero sin cerrar, vamos lo que es un final abierto para que continúe en nuevos libros.

Aun así he disfrutado mucho de esta saga, me ha proporcionado tres lecturas muy adictivas y emocionante que me han puesto al borde del asiento en más de una ocasión mientras las páginas pasaban cual tren a 200 por hora, pero es lo que pido a un libro, que me entretenga y me haga pasar un buen rato leyendo.

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