Bienvenidos a la
Ribera, el barrio bajo de una ciudad sin nombre. A ella llega la joven
Katherine, sobrina del duque de Tremontaine, esperando ser presentada en
sociedad y convertirse en una dama. Pero su tío, conocido como el Duque Loco,
tiene otros planes: para empezar, la viste como un hombre y la pone en manos de
un preceptor de esgrima. Siempre imprevisible y completamente ajeno a los
imperativos de la buena sociedad, el duque pretende algo escandaloso:
convertirla en una mujer que pueda defenderse por sí misma. Como espadachina,
Katherine tendrá una posición singular en una ciudad donde el privilegio de la
espada queda reservado a los hombres. Al poder batirse en duelo por su honor,
pondrá en tela de juicio los fundamentos del gobierno de la nobleza y se verá
inmersa en las intrigas del Consejo de los Lores.
Segundo libro de la trilogía de la Ribera.
La trama se centra unos 16 años después de los hechos
acaecidos en a punta de espada. En esta trama la autora nos desvelarnos los destinos
de los protagonistas de A punta de espada. Además la trama está repleta de
tensión, secretos, traiciones y escándalos. La trama sigue mostrando el desarrollo de las pasiones
del corazón que impregnan todas las páginas, motivan a los protagonistas y se
convierten en motor de los sucesos narrados al igual que pasaba con su anterior
volumen.
En
cuanto al ritmo de la misma, es ameno y en algunos momentos engancha, aunque en
algunos momentos parece un tanto irregular, sobre todo por el tema de la narración
pues lagunas veces lo hace la protagonista Katherine, otras veces lo hace el
personaje de turno que está presente en la escena que se describe y otras veces
un narrador externo. Eso si hay que destacar que las escenas de acción o cuando
Katherine está entrenando son descritas fabulosamente y hacen que el lector se
adentre y cuando quiere darse cuenta se desilusione porque ya ha acabado.
En
cuanto a personajes solo diré que con respecto a la anterior tenemos a Alec que
sigue en las mismas líneas pero llevado al extremo y así como con los demás. Katherine
es la típica pueblerina que llega a la ciudad con esperanzas de encontrar un
buen partido y de repente le destrozan sus sueños y la convierten en alguien
totalmente opuesta la cual tiene que lidiar con ellos hasta que no le queda más
remedio que sucumbir a los deseos de su tio y es cuando empieza realmente a
disfrutar de su nueva forma de vida. Luego tenemos a Marcus, que es un
sirviente del duque loco que lo compro y que en este caso hace el papel de
confidente y amigo de Katherine hasta el punto de que llega a ser algo más.
Cabe destacar que hay secundarios como Lucius Perry o Artemisa que aunque no son
necesarios en esta obra sus partes postulan al lector diferentes puntos de
vista y elementos que ayudan a ver mejor como es la sociedad. Y por último es
de agradecer la escueta aparición de Richard y saber que le paso, pues creo que
en este asunto era necesario al igual que su condición, pues si no creo que la aparición
de Katherine no hubiera tenido ningún sentido.
En conclusión
sigo pensando que aunque lo engloban dentro del género de la fantasía, no esto
del todo convencido que este sea su género, pues sigo viendo una indefinición
en el mismo, además creo que la conversión de la ciudad oscuro y tétrica del
primer libro en una un lugar a un sitio casi “luminoso” resta mucho enteros.
Pero por otro lado, hay que destacar que el irónico sentido del humor, que sale
a relucir en muchos de los diálogos, y magnifica descripción que hace la autora
del duque loco haciéndole ser repugnante, atractivo e intrigante al mismo
tiempo.
Punto y
parte quiero destacar el final sorprendente, pues en ningún momento me
imaginaria que sería de esa forma, es más creía que la protagonista de esta
historia sería la que lo culminara, por lo que este final brusco, coherente y
acertado, que cierra el libro, me ha dejado un sabor espectacular, que puede
que cierre el libro pero la serie sigue abierta.