lunes, 2 de noviembre de 2015

El cántico de los saurios. Reinos olvidados III


Cuando los Arpistas declararon al Bardo Innominado culpable de la muerte de sus pupilos, lo condenaron al exilio y al olvido. Ahora, han reabierto el caso, pero la aparición del monstruo Grypht desencadena una serie de desapariciones y asesinatos que impiden la conclusión del nuevo juicio. En estos momentos, todo depende de los amigos del bardo, la espadachina Alias, el mago Akabar, el paladín Dragonbait y la halfling Ruskettle, quienes deben encontrar las pruebas de que un solo enemigo se esconde tras el caos: el legendario dios Moander "el oscurantista". Este regresara para reclamar los Reinos Olvidados a menos que Alias y sus compañeros encuentren a Innominado y lo convenzan de que sacrifique una parte de su preciadísimo poder.

Es el último libro de la trilogía, y como me cabía esperar no está a la misma altura que su predecesor, pero eso no quiere decir que no sea entretenido. 

Este es la continuación del primero y por ende el que cierra la trama de Alias, Innominado, Akabar, Olive y Dragonbait.

En este caso la trama empieza después de lo que sucede en el segundo libro y un año de los hechos del primero. Esta vez el dios Moander ha esclavizado a los saurios para volver a los reinos.
La trama es rápida, y en algunas partes engancha, pues cuentan por fin el pasado de Innominado, se descubre, aunque ya se sabe desde el segundo, cuál es el nombre de Innominado. Además la trama de este tercer libro nos cuenta y nos cierra interrogantes que de las tramas de sus predecesores. Eso si el problema como es común en estos libros es la previsibilidad en algunos casos de los sucesos.

En cuanto a los personajes cabe destacar a Innominado que en este libro toma un mayor protagonismo que en los anteriores. Aunque más bien no son los personajes en sí, más bien la raza, por fin sabemos cómo son los saurios, pues atenemos a Gypht pero no consigue que, o por lo menos a mi, empatice con este personaje y menos con Coral, que creo que es un mero adorno que han puesto para que Moander tuviera voz.

Otro personaje que aunque es meramente secundario es Zhara la copia de Alias. Realmente no sé qué pretende los autores sacando las copias de Alias en todos lados, pero bueno en este libro Zhara es claramente uno de los tres ejes del triángulo amoroso que se ve entre Zhara, Akabar y Alias, y sirve para darle celos a la espadachína pelirroja, la cual parece ser que solo tiene en mente los celos que sufre por Akabar.




El personaje que más me ha decepcionado ha sido Olive Ruskettle, pues a mi entender está completamente en caída con respecto a los otros libros. Solo he visto pequeños retazos de esa chispa que saca en el espolón del wyvern y el tatuaje Azul.


En conclusión, este libro sigue estando a la altura, sin resultar pesado en ningún momento, y manteniendo el ritmo de la acción en su punto, el ritmo de la historia sale favorecido con esta medida, aunque es mucho menos profundo que los anteriores y deja un sabor de boca amargo. Siendo sincero hubiera preferido que el tercero fuera otra aventura como paso con el segundo o que no hubiera habido tercer libro, aunque si te gustan los personajes y eres como yo que se tiene que acabar las trilogías por muy pesados o malos sean los libros, tienes que leerlo.

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