Elbryan y Pony -cuya amistad de la infancia ha dado paso a
una relación mucho más profunda- esperan con fervor que la ola de oscuridad se
retire por fin de las tierras de Corona. Al fin y al cabo, el sabio y piadoso
monje Avelyn Desbris sacrificó su vida para destruir al demonio Dáctilo. Pero
si el mal se bate en retirada, ¿por qué las hordas de trasgos y de powris de
gorras ensangrentadas siguen asolando las tierras civilizadas? Con la terrible
magia de las gemas que Avelyn les legó, Pony y el guardabosque Elbryan plantan
cara a la invasión de los trasgos, que odian a los humanos, y a otros monstruos
malignos.
Primero que decir que baja el nivel con respecto a los dos
anteriores, pues se nota desde las primeras páginas que es un libro de
transición donde se tienen que colocar de nuevo las piezas para seguir la
historia.
La trama avanza desde donde se quedó el segundo libro, pues
nos cuentan como Elbyan y Pony llegan de nuevo a las tierras boscosas y en su
camino encuentran la ciudad de los elfos. Esa es una parte pues la otra nos
cuenta como el abad Markwart está cada vez más obcecado en que Avelyn es el
culpable de todos los males, además se empieza a ver que el padre abad Markwart
está algo desquiciado y en la iglesia empiezan a posicionarse los cimientos de
algo que parece grande y esta parte es la que más vidilla le da al libro, pues
la otra es algo más de pelear y matar y poco hablar.
En cuanto a los personajes, poca evolución veo en ellos con
respecto a los otros libros, Pony la veo algo pero poco más centrada y poderosa
con las piedras, y eso si aparece un nuevo personaje llamado Roger que para mi
gusto es que el da un poco de vidilla a la trama con sus idas y venidas, pues si
no hubiera sido muy monótona y Elbryan hubiera tenido el camino llano para
hacer y deshacer a su gusto.
Como he dicho antes en la iglesia Markwart sí que ha
cambiado está más loco, se nota que empieza a posicionarse para ser el nuevo
malo, o eso parece tras leer el libro y Jojonah y alguno de sus seguidores que están
bien como Markwart está cambiando a peor y están intentando hacer algo para
evitarlo aunque la actitud pasiva de estos me repatéala, aunque es comprensible
pues como bien dice en varias frases Jojonah es mejor ser pacientes y esperar.
Este libro se nota que es de Salvatore, pues lleva su marca
tanto en la narración como en el ritmo que aunque es el de siempre, es algo
lento pues como mencione más arriba es el típico libro de transición para
posicionar de nuevo sobre el tablero a la siguiente ola de personajes.
Solo espero que el cuarto mejore porque si no creo que se me
va a caer un pedestal.
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