miércoles, 17 de diciembre de 2025

La caida de Foulshan. Los Iremonger II

 

Los Iremonger son una familia peculiar. La mansión de HEAP HOUSE y sus mentiras quedaron atrás. Ahora Clod, el escuchador, y la sirvienta Lucy Pennant han sucumbido a la maldición familiar y se han convertido en indefensos objetos: Clod, una moneda de oro a la que muchos quieren echar el guante, se dirige a FOULSHAM, la infecta ciudad al otro lado del muro; Lucy, transformada en un insignificante botón, espera abandonada en la inmundicia de los CÚMULOS a que alguien repare en ella y la saque de allí. Si al menos pudieran mantenerse unidos. Si al menos encontrasen ayuda y pudieran, por fin, enfrentarse a quienes desean acabar con ellos. Como todos los lugares malditos, FOULSHAM ha creado muchos monstruos. Algunos ni siquiera recuerdan quiénes fueron. Pero allí donde no hay justicia ni esperanza, donde unos pocos deciden el futuro de los inocentes, los monstruos pueden ser los mejores aliados.

Segundo libro de Los Iremonger

La trama continúa directamente los acontecimientos de los secretos de House Heap aunque la historia se traslada a Foulsham, una ciudad industrial oscura, gris y opresiva, gobernada por normas crueles y una jerarquía social inflexible. La trama se centra en la lucha de los protagonistas contra este sistema deshumanizado, mostrando una sociedad dominada por el miedo, el control y la desigualdad. Este paso de la casa a una ciudad entera amplía la historia en un relato más político y social, donde la rebelión y la búsqueda de justicia adquieren un papel central.

La novela sigue los mismos derroteros que el primer libro donde se ve el tono irónico y excéntrico, muy característico de Edward Carey. Predomina una mezcla de oscuridad y humor negro que suaviza, sin eliminar, la dureza del mundo descrito. El ritmo es desigual pero intencionado ya que alternas escenas de acción y tensión con pasajes más pausados, dedicados a la construcción de la atmósfera y a la crítica social. En conjunto, el libro resulta más dinámico que el primero, aunque no siempre avanza de forma constante.

En cuanto los personajes, Clod Iremonger muestra una evolución clara respecto al primer libro. De un niño confuso y pasivo pasa a ser un personaje más consciente de la injusticia del mundo que lo rodea, capaz de tomar decisiones y asumir riesgos. Y por otro lado esta Lucy Pennant, que se consolida como una figura fuerte y decidida. Su crecimiento es notable, ya que adquiere un papel activo en la resistencia contra el sistema de Foulsham, convirtiéndose en un símbolo de rebeldía y determinación.

Destacar que los miembros de la familia Iremonger siguen aportando excentricidad y un tono grotesco al relato, mientras que los personajes que representan el poder en Foulsham funcionan como antagonistas colectivos. Aunque no todos están muy desarrollados, refuerzan la crítica al autoritarismo y la deshumanización.

Los puntos fuertes de la novela se centran especialmente en la ambientación oscura y tétrica tan bien lograda que da ese carácter opresivo, la evolución convincente de los personajes protagonistas, el tono y el humor negro que predomina en toda la novela y la clara crítica social. 

En contra parte, los puntos flojos de la novel son el ritmo irregular en algunos momentos, pues hay momentos en los que se te hace un poco bola y quieres leer la escena para pasar rápido a lo que interesa, la abundancia de personajes extraños que puede resultar confusa y que se ve que este libro es el libro de transición y deja las cosas medio abiertas para el siguiente.

Para finalizar, esta novela es una continuación que amplía el universo de Los Iremonger y profundiza en sus temas principales. Aunque su ritmo no es siempre constante y deja algunos hilos abiertos, destaca por su personalidad, su atmósfera oscura y la evolución de sus protagonistas, consolidándose como una pieza clave dentro de la trilogía.


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