Ajena a las maquinaciones diplomáticas y las artes oscuras del rey Casmir de Lyonesse, la princesa Madouc, determinada a conocer el secreto de su linaje, se aventura en una intensa búsqueda personal... que de algún modo se relaciona con el misterio de Dhrun, hijo de Aillas de Troicinet, de quien se ha profetizado que se convertirá en soberano de todas las Islas Elder.
Tercer y último volumen de la trilogía de Lyonesse.
La trama está centrada en dos arcos principales, por un lado, la geopolítica de las islas Elder y de cómo los diferentes reyes se van posicionando en el tablero y sus acciones y por otro lado esta Madouc que es la que hace de contra punto a lo anterior y en la que más centra la trama haciendo esta de punto de unión de las otras. Además, el autor va cerrando todas aquellas subtramas que se han ido formando a lo largo de los tres libros dejando un cierre bastante bueno de la trilogía ya que no se extiende más de lo necesario con florituras y derivados.
En cuanto a la narración y el ritmo mejoran con respecto al anterior volumen o por lo menos eso es lo que me ha parecido porque las cosas se resuelven muy rápidamente y no hay dilataciones innecesarias.
En cuanto a los personajes tenemos a:
Madouc que es la princesa rebelde. Empieza siendo una niña que no le interesan los vestidos ni las fiestas y prefiere montar a caballo y hacer travesuras y a diferencia de Suldrun, Madouc es más intensa. En todo el libro se puede ver la evolución de Madouc, especialmente en la escena de los vestidos cuando se pone uno y no le entra, cuyo objetivo es descubrir su linaje.
Aillas: Al igual que el libro anterior aparece como principal, pero con un poco menos de protagonismos. Es el rey con más poder junto a Casmir.
Casmir: Se pude decir que es el villano (por tener alguno) y al igual que en los anteriores su obsesión está enfocada en el reinado de las islas Elder y de conseguir todo lo que se propone, pero siempre tiene en mente la profecía del espejo Persilian que le tiene atemorizado.
Shimrod: Es el personaje que más me gusta, aunque Aparece poco, pero su trama tiene mucha importancia especialmente por su búsqueda de Desmei y sus investigaciones y la ayuda final que le brinda a Murgen y también sobre el papel que se descubrirá sobre él.
Dhrum: El hijo de Allias y Suldrun y según la profecía será el que reine sobre las islas Elder. Es un calco a su padre Allias y pasa un poco como Allias aparece menos en este libro.
Pom-Pom: Un caballerizo que se junta con Madouc, la cual hace que se meta en líos sin quererlo. Es el fiel escudero de Madouc en su trama y la acompaña casi hasta el final.
Para concluir este libro el perfecto pues supone un cierre a toda la trilogía de Lyonesse, pues nos relata el final de la historia de las Islas Elder. Se sigue observando esa línea destacada que es el mito artúrico sigue muy presente en este libro, una ambientación de cuento de hadas con magia, seres feéricos y humanos y si como el lector sabe esta trilogía se puede englobar claramente en el marco de literatura juvenil, por lo que nadie se espera algo tipo the witcher, la rueda del tiempo o canción de hielo y fuego.
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