La princesa Skara ha
sido testigo de cómo todo lo que amaba se convertía en sangre y cenizas. Como
única superviviente de su dinastía derrotada, deberá vencer sus miedos, afilar
su mente y luchar por Trovenlandia convertida en reina. El padre Yarvi ha
recorrido un largo camino para convertirse de esclavo tullido en poderoso
clérigo. Ha conseguido que sus antiguos enemigos se vuelvan sus aliados y ha
logrado la paz, aunque sea inestable.
Pero ahora la abuela Wexen ha levantado el mayor ejército que se ha visto desde
que los elfos se enfrentaron a la Diosa. Todos se preparan para la batalla que
se está gestando; entre ellos Raith, el portador de la espada de Grom-gil-Gorm.
Para él, la presencia de Skara es un bálsamo para cualquier herida. Algunos han
nacido para luchar, quizá para morir. Otros prefieren vivir en la luz.
Pero cuando la Madre Guerra extiende sus alas, amenaza con sumir todo el mar
Quebrado en la oscuridad más profunda.
Tecer y último libro de la trilogía el mar quebrado.
La trama se centra en Trovenlandia y empieza con la muerte del Rey, el abuelo de la princesa Skara, protagonista de la novela. Al mismo tiempo, Vansterlandia y Gettlandia unen fuerzas alrededor del padre Yarvi para luchar contra la tiranía del Alto Rey y la abuela Wexen.
Con respecto al ritmo del libro es un poco más frenético que el de los anteriores cosa que ayuda mucho el carisma de los personajes. La narrativa al igual que en los anteriores es sencilla y fácil de seguir, se nota que es para un público más joven, vamos adolescentes.
En cuanto a los personajes se juntan los ya conocidos con nuevos personajes, por un lado tenemos a la joven Skara, heredera al trono de Trovenlandia, una adolescente que debe buscar en quien confiar y quiere por encima de todo, el bien para su pueblo es la que mayor protagonismo tiene en toda la novela. Después esta Raith, él porta espadas de Gorm-gil-Gorm, poco más que un perro rabioso con muchas muertes a las espaldas aunque acaba un tanto de forma rara debido a su evolución hacia puntos más alejados de los que se nos presenta al principio. Por otro lado están los personajes como Koll que toman un punto más de importancia en esta novela ya que es el que se encarga desde su visión cuestionar en muchas ocasiones a Yarvi, de cual su importancia es capital y se demuestra en su evolución a lo largo de la trilogía.
Espina Bathu, protagonista absoluta en Medio Mundo y aquí se queda en mera anécdota pues sus apariciones son limitadas y no se hace un bien uso de este personaje que en el anterior volumen se la presumía como algo más importante en los hechos venideros.
También queiro destacar que al igual que otros autores Joe Abercrombie no le importa matar a un personaje principal y de varias maneras diferentes como puede verse a lo largo de la trilogía.
Dejando los personajes a un lado hay que destacar que
por fin se ve algo de las ruinas de una ciudad élfica (que por la descripción
es una ciudad de nuestro mundo). La explicación de cómo es la ciudad, el
ambiente y todo lo relacionado con ello deja claro que es un mundo post apocalíptico
y si nos ponemos tiquismiquis post apocalíptico nuclear.
Para finalizar este último libro cierra la trilogía de manera adecuada aunque hay que destacar que parece un final más dulce si lo comparamos con la de la primera ley.
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