La trama sigue avanzando, porque decir que continua donde lo dejo el anterior no sería muy preciso.
En esta nueva entrega se empiezan a conocer más cosas de los personajes que dejamos en el anterior libro, además la intriga y las aspiraciones dan lugar a que el ritmo de lectura sea mayor y le da más dinamismo a la historia.
Se puede decir que la trama en si es la guerra santa, pero en realidad la trama la van construyendo los personajes principales, pues sin este acicate poco más habría que contar salvo las escenas carniceras que se describen en el libro.
La ambientación que nos ofrece el autor, que es un mundo de fantasía, puede ser también una visión de las cruzadas cuando los cristianos y los musulmanes hicieron sus cruzas o yihad, según corresponda. En ambos hay dos máximas, la primera es que los cristianos iban a liberar tierra santa (Jerusalén) lo que pasa en ese libro con la tierra del ultimo profesa Senjenus y por otro lado los musulmanes que en este caso son los fanin que quieren defender dicha tierra porque le perteneces.
Como hemos dicho antes el ritmo de la novela aumenta gracias un tanto a la acción y las intrigas que se van produciendo a lo largo del libro. También surgen por fin los enfrentamientos de los magos y nos muestran tres de las escuelas, la magia de los magos escarlatas, la gnosis de los magos del mandato y la de los cishaurim.
En cuanto a los personajes cabe destacar Akka, creo que sin este personaje muchas de las interrelaciones entre los personajes serian casi imposibles, pues a mi entender es la otra cara de la moneda de Kellhus, pues parece ser que es el único que realmente sabe lo que Kellhus es capaz de hacer. Además de que ve en Kellhus al profetizado en la profecía de Seswatha. Lo que más me llama la atención es que cuando por fin le está saliendo la vida como esperaba van y la dan un hachazo (metafóricamente) y lo pierde todo y se centra en lo que realmente tiene que centrarse.
En cuanto a Kellhus me impresiona como consigue que todo salga como el prevé, hasta los reveses, lo predice todo como si fuera un vidente, esto me recuerda a la serie el mentalista con Patrick Jane en el papel de Kellhus. No sé qué pasara en el tercer libro, pero parece que este personaje es demasiado bueno e idílico, todo le sale a pedir de boca, y si algo se un poco de este tipo de literatura es que los personajes de este tipo no suelen salir bien parados, y son los que se llevan más de un tormento los que suelen salir victoriosos.
Conphas, va viendo como el poder le va siendo arrebatado, y por ello se alía con los que quieren destruir su cruzada para acabar con aquel que quiere liberar la guerra santa de los espías-piel como Sarcellus, que son seres creados por el consulto, solo para mantener el poder provocando que muchas de las cosas que no deberían haber pasado lo hacen y pone en peligro más de una vez la seguridad de la guerra santa.
Proyas, el eterno indeciso, hoy con uno mañana con otro, es uno de los personajes que más indecisiones de la novela hay, de repente tiene claro sus principios y de repente se produce un imprevisto y los cambia. En este libro cambia cuatro veces de parecer, pero la última vez es la buena y hace lo que realmente tiene que hacer.
Echo de menos que salga el consulto y el no dios, solo al final del libro parece que aparecen sus ejércitos, pero en un capitulo no se puede decir mucho de ellos, esperemos que en el tercer libro estén más presentes y lleguen los tan esperados cierres de trama, pues quiero saber si Akka enseñara a Kellhus la gnosis, si este será el que traiga el apocalipsis o salve al mundo, cosas de esas.
Cuesta muchísimo leer el texto.
ResponderEliminarHay faltas de ortografía y le faltan muchas comas para ordenar el texto.
A parte de eso no eres capaz de plasmar tus ideas en el texto, muchas veces no tiene sentido.
Me imagino que harás esto como un resumen para ti mismo, pero ya que lo publicas al menos te lo podías currar un poco más.
Es simple, no lo leas y listo, y si te crees tan especial publicarlo tu mismo. Que se da muy bien criticar.
ResponderEliminarPerdóname señor erudito, era una crítica constructiva. Pero nada, tomatelo como un ataque y siguela cagando. Típico.
EliminarPor cierto, tienes faltas hasta en los comentarios de una linea. Se nota que no piensas mucho lo que escribes.
Leeras mucho, pero se te pega muy poco. Qué triste...