domingo, 28 de junio de 2015

En el principio fue la oscuridad. Principe de nada I



Ésta es la historia de una gran y trágica guerra santa, de las poderosas facciones que trataron de poseerla y pervertirla, y de un hijo en busca de su padre. Y, como en todas las historias, somos nosotros, los supervivientes, los que escribiremos su conclusión. Dos mil años han transcurrido desde el Apocalipsis. Ahora, el Shiriah de los Mil Templos ha declarado la Guerra Santa para arrancar la Ciudad Santa del Último Profeta de las manos de sus infieles moradores. Un hechicero, una concubina y un guerrero quedan cautivados por un misteriosos viajero y caen bajo su yugo, mientras lo que empieza como una guerra de hombres contra hombres amenaza con llegar a ser la primera batalla del Segundo Apocalipsis.

Bueno empecemos con nueva trilogía, al igual que el siguiente libro que he empezado a leer.

No sé si la conoceréis o no, pero es una trilogía conocida y la ponen a un buen nivel, cosa que he comprobado. La trama de este primer libro nos presenta a los tres personajes clave que van a llevar la historia.

La trama está divida en cuatro partes, cada parte nos presenta y describe a cada uno de los de los personajes más los hechos en los que se van involucrando hasta que en la última parte del libro se confluyen todos en el mismo lugar.  Aunque hay que decir que los misterios se hacen de rogar y eso nos pone en tensión.

El ritmo de la narración tiene altibajos, pues va lento en algunos puntos y rápido en otros creando equilibro. La narración también es fluida es decir que no se queda mucho tiempo en un sitio por que parezca que no sabe cómo continuar o que lo que tiene que pasar debe pasar mucho más tarde.

El aspecto de la novela puede parecer que sea como cualquier otra de este género pero cunando te sumerges en las palabras y los hechos ves que ese aspecto es más oscuro y trágico, pues vemos guerras santas, deseos de parricidio, violaciones, esclavismo, prepotencia, egoísmo, religión, etc., etc., que todo mezclado y con una dosis lúgubre nos presenta un plato distinto de fantasía.

EN cuanto a personajes pues tenemos tres principales Kellhus que es un monje cuya doctrina es el Logos, o intelecto, intentando controlar todas las emociones, y sacando a relucir las miserias de los demás, cosa que Kelhus lo hace a la perfección. Y lo hace tan bien que parece que es un dios y los demás lo veneran como tales. Pocos personajes he visto como este y por ello hace que le cojas cierto respeto y cariño.

El siguiente prota es Drusas Achaiman, un espía que además es hechicero. Aunque parezca que puede ser más guay, es todo lo contrario, pues además de que es un hombre atormentado por los sueños que todo los de su orden tienen sobre lo que ocurrió hace 2000 años en el apocalipsis, también lo es por el motivo de que está enamorado de Esmet una puta, y además sabe que los de su orden tienen prohibido el matrimonio, así que hay una relación entre ambos algo tortuosa. Es más la hechicería en esta novela cuenta con un poderoso enemigo, chorae una especie de artefactos que los dioses dieron a los humanos para combatir la hechicería y que al contacto con un hechicero estos se derriten cual helados al sol.

Y por último tenemos Cnair, creo yo que es el más jodido de todos, pues por un lado fue doblegado por el padre de Kellhus, Moeghus, y le hizo que matara a su padre, y por otro lado siente aberración y envidia de Kelhus,. Ademas de eso sus compatriotas los scylvendios, durante todo el tiempo que trascurre desde que mata a su padres hasta que es traicionado conspiran a sus espaldas pues se creen que es homosexual, y eso entre los scylvendios es la mayor de las vergüenzas o eso es la impresión que me da cuando Cnair mata a uno de sus parientes que lo traiciona.

En cuanto a otros personajes cabe destacar a Conphas, sobrino del emperador Xerius listo, inteligente y con un buen conocimiento militar, Proyas príncipe al que adoctrino Achaiman y Moeghus aunque no sale para anda, y creo que es el villano de la historia o por lo menos algo que se le puede llamar villana, pues se sabe que el malo de por si el no dios y sus huestes dirigidas por el consulto,  por lo que se ha relatado para ahora, y los no hombres, unos seres un tanto peculiares pues pueden ponerse las caras de gente que han muerto y desecharlas.

Espero que tras leer este libro, los siguientes sigan en la misma dinámica pues pocas trilogías tan tétricas he leído y espero que no baje en los siguientes libros.

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