martes, 17 de febrero de 2015

El rey orco. Transiciones I









Una paz inquietante se ha instaurado entre los enanos de Mithril Hall y los orcos del recientemente creado Reino de Muchas Flechas. Las tribus de orcos unidas bajo el rey Obould, acostumbradas a una situación de conflicto permanente, empiezan a enfrentarse unas con otras. Los enanos reunidos en torno a Bruenor están decidid os a poner fin a la guerra que a punto estuvo de destruirlos. Será necesario algo más que espadas y hachas para imponer una paz perdurable en la Columna del Mundo. Puede que incluso Drizzt Do’Urden tenga que aprender a ver su mundo bajo una luz diferente.

Primer libro de transiciones del elfo oscuro, y he de decir que tras leerlo tenía mucho mono de Salvatore y de Drizzt, Bruenor, Wulfgar, Regis y Catti-Brie.

Lo primero que quiero decir es que este se diferencia mucho de los anteriores, pues a mi parecer tiene un toque más sosegado y sereno que los anteriores en los que lo predominante era la aventura y las luchas.

Se puede deber a que viene precedido de otra saga en la que la lucha era el tónico general.

La trama como he dicho es la continuación de la saga las espadas del cazador. Pues tras la contienda que ocurre en las dos espadas los enanos y los orcos están en una tregua por el invierno. Además de esta tregua ambos bandos se adentran en dos sub tramas, los enanos buscan Gauntlgrym y los orcos en conspiraciones internas.

EL ritmo de la narración en ameno, aunque en las escenas de acción e intriga aumenta y da a al lector un empuje a que siga leyendo para ver qué pasa a continuación.

Lo que siempre digo de este autor es su descripción minuciosa y especifica de las peleas, cosa que me encanta porque aunque deja poco a la imaginación parece que estar delante de los dos contendientes viendo como hacen los movientes de ataque y defensa.

Pero en contra todo a que decirlo las escenas de batalla no es su punto fuerte, pues de repente están en la batalla y rápidamente pasa a los combates individuales dejando la batalla en un segundo o tercer plano.

En cuanto a los personajes solo destacar tres cosas la evolución de Catti-Brie ante su desgracia en el libro de las dos espadas y cómo afronta su nuevo estado y la oferta de Alústriel para que se haga maga, cosa que creía que pasaría mucho antes pues creo que ese es el papel que más le convenía, pues se ve muy bien en los anteriores libros cuando esta con el arco y donde es más mortífera, pues con Drizzt, Bruenor y Wulfgar ya había suficientes a corta distancia.

Wulfgar también sufre cierto aclaramiento mental con la muerte de Delly y como toma por los cuernos su nuevo cambio y lo lleva a cabo aun teniendo las típicas dudas correspondientes a este. Hasta que llega a su hogar en el valle de Vientohelado con sus congéneres barbaros.

Y por último Bruenor, y aunque no cambia mucho su carácter, sí que me sorprende como acaba el libro pues aunque su mente estaba puesto en un enfrentamiento que ya de por si el prólogo no lo chafa (gran fallo, pero es lo que hay) si hay un enfrentamiento aún mucho mejor que quita la amarga sensación del prólogo y deja el sabor de boca que debe dejar.

Tos’otro drow que creía que era imposible que cambiara y seguirá la senda que la reina araña tiene escrita para todos los drow, cambia y también me sorprende como cambia, haciendo visible un aspecto de los drow que Drizzt y Tos’un son capaces de abrazar y hacer ver a los demás que no todos los individuos de una raza son iguales.

Y en cuanto los orcos hay dos corrientes la evolución que lleva Obould y la continuidad que llevan los conspiradores, y eso refleja que no todo está estancada y que el cambio debe producirse.

Además también me ha gustado en esta apartado como otros personajes que son secundarios como Pwent, Cordio, Alústriel, Hraiel, Torgar, etc, han representado su papel, aunque algunos les hubiera dado un poco más carácter, pues es muy raro que no hubiera ningún tipo de protestas ni comentarios sobre como acaba el asunto.

En conclusión se nota que este libro es lo que es un libro de transición, pues cierra una etapa y deja abierta nuevas ventanas a los protagonistas. Además de dejar nuevas interrogaciones con respecto lo que ha de venir en nuevas entregas, que por lo que parece no puede presagiar nada bueno para los protagonistas.

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