martes, 19 de agosto de 2014

El trono de huesos de Dragón. Añoranzas y pesares I









El trono de huesos de dragón tenía el aspecto de un extraño altar, rodeado de brillantes y volátiles motas de polvo y franqueado por las estatuas de los seis Reyes Supremos de Hayholt. Los huesos de dragón con los que se había construido eran tan grandes y estaban tan pulidos que relucían pálidamente como piedras bruñidas. El respaldo del trono estaba formado por siete amarillentas costillas, y, suspendido del respaldo del gran trono, colgaba el cráneo y las mandíbulas del dragón Shurakai. Las cuencas de los ojos eran oscuras ventanas rotas y los curvilíneos dientes eran tan grandes como la mano de un hombre. El cráneo del dragón tenía el color de los pergaminos viejos y se apreciaban múltiples hendeduras, pero en él había algo vivo..., algo terrible y maravillosamente vivo. Este primer volumen de la trilogía Añoranzas y Pesares recuerda irremediablemente a Tolkien, pues muchas situaciones guardan cierto paralelismo con El Señor de los Anillos. La historia comienza cuando una gran guerra, alimentada por los oscuros poderes de la brujería, está a punto de estallar en la pacífica tierra de Osten Ard, después de la muerte del Rey Supremo que había aniquilado al terrorífico dragón Shurakai. Sólo un pequeño grupo, la Liga del Pergamino, puede intentar salvar el reino mediante la búsqueda de tres espadas de poder, perdidas hacía mucho tiempo, y que lo enfrentará a enemigos salidos de las peores pesadillas de los creadores de leyendas.

Bueno ya estamos aquí de nuevo con un nuevo título leído. Esta vez se trata del primer volumen de añoranzas y pesares, el trono de huesos de dragón.

Lo primero que quiero destacar de esta novela es que tras habérmela leído y sentir en mis carnes lo que ello conlleva estoy muy en desacuerdo con muchos que dicen que es una novela insufrible.
Pues he de decir que a mí me ha gustado mucho, si es verdad que su ritmo y narración son lentas, pero es que según mi punto de vista la presentación de todo lo que se hace en el libro requiere este ritmo sino a mi entender se perderían muchas cosas por el camino que haría que no supiéramos la misa a la mitad.

El autor nos presenta un mundo que por no decir que es idéntico a la Inglaterra de la edad media con los vikingos, pictos, escoceses, irlandeses, galeses e ingleses digamos que se basa en estos y en la religión cristiana,  la mitología nórdica y la mitología anglosajona, como se ven apuntados en los nombres de los dioses y las creencias de la gente, pero eso si con la suficientes diferencias para que se ve que son distintos pero al mismo tiempo lo mismo.

En cuanto a los personajes, me he llevado una grata impresión por dos motivos no parecen actuar como se supone que lo harían cuando los introduce el autor, un ejemplo son Elías, Joshua y Miriamele, y tienen una buena progresión.

Esto último está muy encaminado al protagonista, que a diferencia de otros libros, ni es un maestro espadachín ni un mago con poderes espectaculares ni sabio, sino es un simple chico que está en un lugar en un momento inapropiado. Aun así, la evolución del protagonista es muy notoria, pero a la vez lenta, dejando al lector ver cómo va creciendo poco a poco, y dejando una ventana abierta que esa progresión continúe, al igual que el resto de personajes.

Bueno por ultimo decir que como he dicho al principio a mí me dio palo leerme la novela cuando pille el primer volumen por las críticas que vi, pero una vez leída y como dice Koky es mejor catar y probar que mirar y no hacerlo, así que solo decir que el tamaño y lentitud de la narración no debe ser el impedimento que haga que esta novela no se lea.

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