Una nueva y siniestra amenaza se cierne sobre Corona, pues el poder del Dáctilo no fue vencido por completo mediante el sacrificio del monje Avelyn Desbris. Las tinieblas se han infiltrado en los lugares más sagrados y un jerarca espiritual, antaño admirado, cambia el rumbo de su vida para entregarse a la más perversa e insidiosa venganza contra las fuerzas del Bien. Y al tener las gemas en su poder, nada puede detener la propagación del funesto mal.
Este cuarto volumen de Las Guerras Demoníacas retrata con un estilo épico el choque entre la inocencia y la malevolencia más terrible.
Bueno pues parece que Salvatore no nos deja en la estacada.
Como bien dije el anterior libro era un simple libro de transacción
pues este ya empieza a encaminarse a lo que nos tiene acostumbrados Salvatore.
La trama se vuelve más rápida y trepidante, pues las
constantes luchas e intrigas hacen que te sumerjas en ella para saber que
leches pasara con Elbryan y compañía, o que hará Markwart con la iglesia.
Eso si la trama aún sigue perfilándose para el
enfrentamientos final, y como por parte de Elbryan y compañía poco se puede
rascar, este libro también está muy centrado en las intrigas de la iglesia que
se vuelven más violentas. También se ve como las facciones dentro de esta
empiezan a tener nombres y apellidos.
Los personajes cabe destacar que aunque no tienen mucho más evolución
salvo Markwart salen secundarios que dan vidilla a esto como puede ser Jojonah
que intenta suplir la ausencia de Avely o Juraviel que sigue siendo el fiel
amigo de Elbryan y como controlándole como si fuera su niño pequeño para que no
la cague.
Roger también tiene cierto protagonismo aquí, pero hay una
parte que desaparece para aparecer de nuevo sin saber cómo ni cuándo ha llegado
donde tenía que llegar.
Lo que más me ha llamado la atención de este cuarto libro y
del anterior es la progresión de Markwart, pues está muy bien llevada, pues se
va viendo como progresivamente el dáctilo se va apoderando de el de una manera
tan sutil y escurridiza que a veces piensas que esta tan podrido por dentro que
no es el dáctilo sino el.
Y para finalizar me sigue encantando la forma en la que los
mojes obtienen la magia, pues que la saquen de las gemas es otra de ideas sobre
el concepto de magia que me han encantado.
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