En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso y su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos. Hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.
Hoy se habla del este icónico libro de ciencia ficción.
La trama está dividida en tres partes y esta se desarrollada en la ciudad de Londres. En la trama se describe a parte de la ciudad de Londres y la sociedad también cual es el orden mundial. Además, todo el libro se centra en el personaje de Winston Smith que es el centro del libro y en el que trama nos muestra su vida.
En cuanto a la narración no hay nada que destacar es muy sencilla y fácil de seguir y entender, eso sí en algunos puntos se hace algo pesada. Solo destacar las palabras de neo lengua que básicamente son dos palabras unidas como por ejemplo paracrimen o doblepensar.
En cuanto a los personajes hay que destacar a tres.
Winston Smith: Es el prota y el rebelde de la novela, aunque su rebeldía no es común es más bien una rebeldía sumisa que empieza a mostrarla al empezar a escribir en su diario. Además, no es alguien que pueda destacar pues es el típico hombre de mediana edad (39 años) y trabaja como editor en el Departamento de Registros del Ministerio de la Verdad reescribiendo el pasado conforme a la versión oficial del partido. Es decir que es un personaje muy simple, pero yo creo que ahí radica el punto para que según pasa la novela se vaya viendo cómo va evolucionando.
Julia: es otra rebelde que trabaja en el ministerio de la verdad. Es una joven con la que emprenderá Winston un efímero romance. Su mutua rebelión en contra del partido los anima a entrar en contacto con O’Brien, un agente del estado que pretende formar parte de la resistencia. Pero vamos se nota que su carácter es bastante volátil y denota que es joven.
O'Brien: O'Brien es todo un misterio. Es un agente del estado que pretende formar parte de la resistencia. Aunque según se va descubriendo el pastel O’Brien no es lo que aparenta y además este personaje responde pocas preguntas sobre sí mismo, cosa que me ha dejado un poco chafado.
Hay que destacar sobre el libro que nos muestra que el Partido dirige una sociedad dócil y manipulada de forma totalitaria y con látigo de hierro que es representado por Gran Hermano en la que cualquier tipo de expresión o acción fuera de los límites establecidos por el partido está prohibida y castigada hasta el punto que aquellos que no siguen las reglas desaparecen tanto físicamente como del recuerdo colectivo. Otro punto que hay que destacar es como el partido fomenta la persecución de los delitos entre vecinos, amigos y familiares hasta el punto que un hijo puede denunciar a un padre y ser el hijo premiado por tal hecho, demostrando que el individuo no es nadie y el colectivo lo es todo.
Es recomendable leer este libro por lo bien estructurada que esta, además de lo certera, desgarradora, aguda y lúcida que es la representación de los regímenes totalitarios, haciendo reflexionar sobre la sociedad en que vivimos porque, aunque sea de 1947-1948 se puede ver que no envejece y muestra lo sorprendentemente acertado que estuvo Orwell en aquellos momentos y como mucho de lo que se ve en la novela está pasando, eso sí, de un modo (aun) caricaturizado y exagerado.