A través del Bosque de
Neverwinter, Drizzt Do’Urden recorre un sendero plagado de secretos y mentiras.
Guenhwyvar, su leal pantera, ha vuelto milagrosamente junto a él, pero oculta
algo: el malvado mago Draygo Quick espía a través de sus ojos, decidido a
descubrir las lealtades divinas del drow, que según la profecía iluminarán el
incierto destino de Faerun.
Cuarto y último libro de la tetralogía de Neverwinter.
En este último libro se empieza a cerrar la trama que
continua donde la dejo el anterior, con los cinco compañeros en Neverwinter,
pero esta vez con la idea de salir a buscar aventuras ya que no se vislumbra ningún
objetivo como sucedían en libros anteriores.
En cuanto al ritmo de la novela, no se ha alejado mucho del
ritmo de las anteriores, es más al principio me ha parecido un poco más lento
de lo que acostumbra. Pero bueno con los giros que da en la trama a partir de
la mitad del libro más o menos se va haciendo más rápido el ritmo y puede
llegar a dejar algo estupefacto pues el giro del final no me lo esperaba y me
ha dejado a cuadros queriendo leer el libro de los compañeros.
Personajes, pues poco que aportar, salvo que se ve a un
effron que parece ser haber encontrado algo que necesitaba y por otro lado sigo
pensando que Drizzt
es más tonto que un 8. ¿Porque?
simple, con más de 200 años y 100 años desde que Cattie-brie la palma, creo que
va siendo hora de que espabile un poco emocionalmente y que pase página.
A parte de lo de Drizzt veo que se quuedan abiertas muchas
incógnitas que me imagino que irán resolviendo en los cuatro libros que siguen
a este, es decir los libros de “los compañeros, y la trilogía de “El códice de los compañeros“ya que
hay muchas preguntas por resolver como son las de ¿Qué pasará con Puerto Llast?
¿Y con Luskan? ¿Y con Jarlaxle y su amigo enano? ¿Y con Dahlia y Entreri? ¿Y
con Ambargris y el monje? Ya que todas estas preguntas y alguna más se queda en
suspensión.
Para concluir como dije en anteriores entradas sobre los
libros de la esta tetralogía es que está muy alargada, tramas alejadas y poco conexionadas
entre si y mucha paja.
También decir que no son tan entretenidos como los primeros,
pero el final de esta tetralogía planta las semillas de una nueva saga que, por
preferencias personales, creo que me puede gustar mucho.