En
los lejanos Territorios del Norte, ciudades fortaleza se aferran a picos
desnudos, clanes feroces cazan en las estepas heladas y los baldíos territorios
árticos son el último refugio de un pueblo antiguo y enigmático. Tras mil años
de tregua, la violencia estalla entre los helados gigantes del lejano norte. El
poderoso y antiguo clan Granizo Negro se enfrenta a lord Perro del clan Bludd y
dos guerreros se ven atrapados en el derramamiento de sangre.
Segunda entrega de esta tetralogía (divididos los dos primeros volúmenes en cuatro aquí en España ya que fuera es una trilogía).
La trama continua justamente después de donde
lo dejo el anterior volumen. Angus, Raif y Cendra continuando su camino. La estructura de la trama no difiere en mucho en relación con la
anterior, salvo porque en esta hay más violencia, magia y más camino a través y
no tanta ciudad o territorio de los clanes. Otro aspecto que no ha cambiado es
que según va a avanzando la trama te vas enganchando más a ella y quiere saber más.
En cuanto a la narración el ritmo es en
ocasiones lento y te dan ganas de tirarte un poco de los pelos, pero en general
es un ritmo constante, que se acelera cuando hay escenas de acción o cuando se
habla de magia. Otro aspecto que me gusta mucho de la narración es el aspecto
morboso, truculento y cruel que le da la autora a las escenas de violencia,
pues al igual que sucedía con el prólogo del primer libro en el que detalla
hasta lo más mínimo de la tortura que le están realizando a un hombre, en este también
relata como por ejemplo la descripción de las manos de Raif tras congelárselas
o como se le queda el ojo a Marafice desde que se separa de Cendra.
En cuanto a los personajes, vemos cómo
van evolucionando poco a poco, Cendra va tomando conciencia de lo que realmente
este y lucha contra ello hasta que lo acepta, Raif sigue con su lucha interna
entre su traición al clan y su hermano Drey y su misión, aunque esta guerra se verá inclinada
hacia su nueva promesa a su nuevo clan como él lo llama. Veremos a un Angus que
continua la misma línea, es decir con misterio y no explicando mucho más de lo
que se sabía, salvo que tiene una familia en una granja y al igual que otros personajes con una desaparición abrupta.
Por otro lado, vemos que Iss es más sádico y tiene una sed de poder superior a la que parecía a simple vista, por lo que podemos empezar a considerarlo el malo de la película, aunque aún le falta porque al igual que con los demás no se sabe que es lo que busca. Y por último tenemos a Marafice Ocelo cuyo papel de secuaz es impecable y se va bien también un pequeño atisbo de lo que quiere.
Por otro lado, vemos que Iss es más sádico y tiene una sed de poder superior a la que parecía a simple vista, por lo que podemos empezar a considerarlo el malo de la película, aunque aún le falta porque al igual que con los demás no se sabe que es lo que busca. Y por último tenemos a Marafice Ocelo cuyo papel de secuaz es impecable y se va bien también un pequeño atisbo de lo que quiere.
Luego hay personajes que van y vienen
como por ejemplo Lord Perro, que me recuerda a los reyes duros que llevan toda
la vida guerreando por el bien de su pueblo, o Sarga Veys que demuestra también
su capacidad con la magia, pero es una pena que desaparezca como lo ha hecho.
En conclusión, si algo le achaco al libro
son las descripciones tediosas que proporciona la autora que hace en ambos volúmenes.
Y como siempre espero leer el siguiente volumen para ver que ha pasado con
Cendra y Raif, además de cómo va progresando la guerra entre los clanes y
Espira Vanis.