Un niño mestizo,
que había sido abandonado en el desierto athasiano para que muriera,
es rescatado por una druida (pyreen) errante que lo conduce hasta un
templo oculto en las Montañas Resonantes. Allí, Sorak aprende la
Disciplina del Druida y la Senda del Protector, pero los sufrimientos
padecidos en el desierto han fragmentado su personalidad y lo han
convertido en una "tribu de uno". Sorak busca sus orígenes
e intenta localizar a un poderoso protector, conocido únicamente
como "el Sabio", cuya vida corre un gran peligro.
Me es grato comenzar
una trilogía y que esta me enganche como lo ha hecho, pues a pesar
de ser el primer libro y como todos los libros iniciales suele ser de
presentación, la idea de que una persona que es considerado una
tribu porque tiene múltiples personalidades me llamo la atención.
La trama es una
trama lineal y dinámica que se centra en los pasos que da Sorak,
aunque al principio nos muestra el mundo donde se desarrolla la
acción y cómo ha llegado a ese punto, solo es después cuando la
druida pyreen encuentra a Sorak y la trama se centra en él.
La narración es
amena y no se hace para nada pesada, pues las descripciones son
detalladas y precisas, lo que provoca que la longitud de los
capítulos se extienda hasta las 25 páginas.
La historia esta
llena de acción por lo que la historia se hace más amena y rápida,
produciendo que esta desemboque rápidamente en la conclusión de la
misma.
En cuanto a los
personajes, Sorak es un mestizo, un elemento muy común usado en este
tipo de historias que tienen algo por detrás, pero a la vez algo
único, pues cómo se ha comentado anteriormente es una “tribu de
uno” debido a que ha sufrido algo (aun no se sabe el que ) de
pequeño que ha llevado que su mente se fragmente en varias
personalidades cada una mas especifica que la anterior, pues tenemos
a La guardiana que se encarga de guardar a Sorak de los peligros, la
Centinela que es la que vigila de que no pillen a Sorak de
imprevisto, luego tenemos a chillido que es la manifestación de su
naturaleza halfling y empática con los animales y muchas otras como
el vagabundo que es el encargado de llevarlo a los sitios, o Kivara
la “curiosa”. Lo interesante es que aunque Sorak es un hombre,
tres de sus personalidades son mujeres por lo que el sexo con el
genero opuesto se le hace casi imposible, y por ello su amor por
Ryanna una villichi es un amor tirando a platónico.
También podemos
destacar que a medida que avanza, se podrá ver el talento de Sorak
para salir airoso de los problemas, su habilidad y su ingenio junto a
un gran poder que en su interior alberga, además de cómo Sorak se
conoce a sí mismo y a cada una de las facetas que le complementan.
El final del libro
es el que se desea para cualquier trilogía que empieza, es decir que
se van produciendo los descubrimientos de todos los misterios que van
conformando la trama y lo dejan abierto para continuar con la nueva
trama de la segunda novela, pues ya sabe el protagonista que debe
hacer a continuación.
Otra cosa que me ha
gustado y que difiere mucho de otros libros es que los halflings no
es la raza bonachona que podemos ver en Reinos olvidados o en la
Dragonlance, sino mas bien son unos nómadas cazadores y sanguinarios
que en plena batalla son caníbales, y eso me recordó mucho a los
enanos boinas rojas del ciclo de la puerta de la muerte.
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