Harry
Dresden, el único mago que ejerce de forma profesional en Chicago, debería
estar contento porque el negocio va muy bien para variar. Pero puede que ahora
tenga más trabajo de lo que esperaba: tiene que batirse en duelo con el campeón
de la Corte Roja de los vampiros, que quiere matarlo para poner así fin a la
guerra entre vampiros y magos; unos asesinos profesionales lo usan como diana
en sus prácticas de tiro; el Sudario de Turín desaparece; hay un cadáver sin
manos ni cabeza que la policía de Chicago tiene que identificar… Eso sin
mencionar la vuelta de su ex novia, Susan, que sigue luchando contra su
naturaleza medio vampírica y que además tiene un hombre nuevo en su vida... Hay
días que más vale no levantarse de la cama. No importa cuánto puedas ganar.
Y continuamos con Dresden, esta vez toca
el quinto volumen de la saga. Como bien se cuenta en la sinopsis, en este nuevo
libro podremos distinguir dos tramas.
La primera parte de la trama consta de un
duelo con un vampiro noble de la corte roja para poner fin a la guerra que parece
haberse estabilizado y la otra es el robo del Sudario de Turín por parte de unos
ladrones y la inmersión de unos cuantos ángeles caídos convertidos en demonios
que poseen a sus víctimas. Además
también sale a la palestra la condición de Susan y donde ha pasado todo
el año que ha estado desaparecido.
El ritmo de la novela es frenético, pues
a la trama que ya de por si es sumamente interesante sobre todo a la hora de
encontrar las pistas que llevan a Dresden a los criminales se suma una buena
dosis de acción mezclada con un Dresden
chistoso en momentos donde las bromas no pintan nada a lo Peter Parker.
Lo que también llama mucho la atención en
este libro es que el autor estructura muy bien los hechos y demuestra que cada
acción conlleva una consecuencia, y eso se ve muy bien al final del libro, pues
aunque parce que cierto individuo sale indemne por hacer trampas, no es así.
En cuanto a los personajes poco que decir
salvo que Dresden está más chistoso de lo normal, aparece Shiro y Sanya que son
dos caballeros de la cruz con sus respectivas espadas como Michael, Susan y su
nueva condición de transición a vampira estancada y su asociación a una hermandad
de estos, y como no los villanos y el Archivo.
Ortega que es un noble de la corte roja
cuyo único objetivo es matar a Dresden para parar la guerra que este causo, proponiéndole
un duelo. En cuanto a actitud y maneras no difieren mucho de los otros vampiros pero que aun así lo hace peligroso y mas en un evento donde Dresden no podrá usar su arma predilecta, la magia.
El otro malo en cuestión es Nicodemus, un
mago poseído por una de las monedas denarias, más concretamente por Anduriel. Es
un tipo elegante y bien vestido con la soga de Judas al cuello, es el villano más
peligroso al que se ha enfrentado Harry hasta el momento, además de que es el líder
de los denarios y que quiere llevar el apocalipsis a Chicago.
El
Archivo, un personaje que sin lugar a dudas dará qué
hablar a lo largo de la saga y que es inquietante, misterioso y peculiar a
partes iguales, además de que su caracterización de niña pequeña y su forma de
obtener los poderes y que sucede con el anterior Archivo dejan muy abierta esa
parte.
En resumen de todos los libros que he leído
de Dresden este sin duda es el que más me ha gustado por todo lo que se ha
podido vivir y como se van cerrando tramas y eventos abiertos y se van abriendo
otros.
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