La Plaga de Conjuros
ha llegado a Faerun. El Tejido se está deshaciendo. La magia se ha
descontrolado. En mitad de este cataclismo que sacude al mundo, Drizzt Do'Urden
tendrá que replantearse todo aquello en lo que creía y, peor aún, tendrá que
volver a librar batallas que ya creía ganadas. Cuando la Plaga de Conjuros se
en
El libro comienza ocho años después de lo acaecido en el rey
pirata. Drizz y Cattie brie se dirigen a Luna plateada y a esta le cae un rayo
que la deja alelada como dicen muchos por los problemas que hay en la magia o más
concretamente en el tejido de Mystra.
La trama se centra tanto en Drizzt, Bruennor y Jarlaxe, que
juntos intentan por un lado llevar a Cattie a Espíritu elevando donde se juntan
todas las grandes mentes y por otro lado que Jarlaxe se libre de un dragón convertido
en dracolich por los creadores de la piedra de cristal.
El problema es que la piedra de cristal odia a todos desde
Jarlaxe pasando por Drizzt y terminando por Cadderly que es el que construyo la
catedral de Espíritu elevando con la ayuda del dios Denir.
En este nuevo y último volumen de transiciones queda patente
que el ritmo y la narración no cambian con respecto a los dos anteriores, y
también el asunto de que no es tanto un ir y venir de aquí para allá para
encontrar x o y sino más bien se centra en que le pasa a cada personaje y eso
es bueno pues aunque en todos los libros hemos visto como por x o por b algo
pasaba y los compañeros se separaban, he decir que en este tercer libro me ha
dejado algo sorprendido Salvatore, pues lo que creía que no podría pasar, pues
se las ingeniaría con algo como paso con Wulfgar esta vez no ha sido así y se
ha….
[Spoiler y de los gordos] Cargado a dos personajes
principales de la saga del elfo oscuro sin temblarle la mano al más puro estilo
G.R.R Martin.
Eso si no lo ha hecho con fríamente como lo hace Martin,
pero si me ha dejado un tanto perplejo. Además por segunda vez en todo lo que
llevo de elfo oscuro veo a Drizzt Do’Urden fuera de su elemento y adoptando un
actitud egoísta, prepotente, arrogante y yo soy el mejor del mundo y me importa
una mierda lo que pase a los demás yo voy a hacer lo que quiero para salvar a quien
quiero porque ya he sido demasiado iluso, puritano o bueno.
Esto me ha gustado porque vemos la parte drow de Drizzt,
pues siempre que leeo a Drizzt en su faceta más común me parece más un elfo de
la superficie.
Otro aspecto que me ha encantado es como el rey fantasma
compuesto por un triunvirato, se deshace de uno
de sus vértices y los dos restantes se unen para hacer lo que realmente
tienen que hacer. Además el final de este, si se puede decir final, no me lo esperaba,
pues es al más puro estilo de la primera ley de la termodinámica en la que en
este caso el rey fantasma no se destruye sino que se transforma.
Lo malo de esta saga que me ha dejado con ganas de mas, de
saber que pasa, de saber que caminos va a tomar Drizzt, de si Bruennor seguirá con
el (todo está predispuesto para que sí, pues la siguiente saga es Neverwinter y
no sé porque me da que irán a buscar la ciudad de Gauntgrym).
En conclusión esta trilogía me ha gustado mucho, deja un
buen sabor de boca aunque sea una saga de transición como su nombre indica,
pero también nos deja la miel en los labios para que continuemos con las
aventuras de Drizzt y compañía. Solo espero que lo que se ha gestado con esta
saga continúe igual o mejore, pues dar un paso atrás sería un error que podría salir
muy caro.
PD. Como me gustan como Salvatore retrata a los enanos,
siempre que hacen alguna locura me entran ganas de reir y no parar, sobre todo
con Pwent y Athrogate que aunque en el anterior libro me engancho en este me ha
convencido. Y ya no digamos de los hermanos Rebolludo, a cual más dispar y a la
vez locos de atar como todos los enanos cuando están en pelea. Solo espero que
sigan saliendo en las siguientes novelas son secundarios que merecen mucho
estar.
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